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                                                                  PHOTO ©  BEGOÑA MUÑOZ 2016

La instalación performativa “Monto” se inserta e integra en la obra transmedia de la artista Begoña Muñoz titulada WE ARE ART!, una obra de arte híbrida, plural y generativa creada específicamente para su presentación en el contexto de la Feria Internacional de Arte Independiente WE ARE FAIR! Este sitio web forma parte de la misma, es un reflejo telemático en la cual quedan incuidos capturas de imagen y videografías realizadas por la propia autora en el transcurso de la acción, así como el registro artístico de la intervención performativa MONTO.

Ideada y realizada por los artistas y accionistas Fidel Darias, Helena Méndez y Miguel Molina en respuesta a la invitación que recibieron por parte de Begoña Muñoz para que intervinieran físicamente sobre su obra transmedia WE ART ART!, MONTO surge y se desarrolla a modo de instalación performativa que aúna ambas disciplinas sobre un escenario dado, la cama de la habitación 110 del Hotel EXE Central*** Madrid, sede temporal de La Casa Negra con motivo de su participación en la Feria Internacional de Arte WE ARE FAIR!

MONTO es una intervención específica en la cual lo sutil y lo informe se dan la mano para construir en directo y frente al ojo del público asistente una acción que evoluciona in situ a partir de las infinitas posibilidades del cuerpo sostenidas por el revulsivo de lo imprevisto, la sorpresa, lo inesperado.

Una escena para ser fotografiada; una escena para la imaginación: algo sucede bajo las sábanas: lo sutil alienta a plantear nuevas topografías corporales.

MONTO. Un todo amorfo, inespecífico, entre lo pleno y lo vacío. MONTO. Una indagación expresiva sin presupuestos que se ofrece al público/intérprete.

La habitación de un hotel como escenario, la cama como marco y las sábanas como película a través de la cual se generarán pequeños paisajes, modulaciones móviles protagonizadas por cuerpos. MONTO. Configuraciones plásticas que ponen a prueba la imaginación, la potencia ficcional del espectador.

El espacio,  como si de la escena de un crimen se tratara, queda acotado,  focalizado (abierto y cerrado) por una apertura, por unas incisiones que permiten lecturas perspectivadas, cuasifragmetarias,  singularizadas, y, a la vez, miradas globosas sobre cuerpos a modo de amasijo.