Cuenta José Luis Campal en su texto titulado Una ojeada a las revistas ensambladas [1] que la denominación revista ensamblada o essembling magazin, fue tomada del proyecto  Assembling, del crítico estadounidense Richard Kostelanetz. Siendo este un término frecuentemente utilizado que describe perfectamente la edición de arte que vamos a tratar en este texto.

Este proyecto colaborativo y procesual se gestó en 2002, pero no fue hasta el año siguiente, en 2003 cuando surgió el primer número de Sinedie por el que hasta hoy, siete años después, han pasado más de medio centenar de artistas diferentes y donde muchos de ellos han repetido hazaña entusiasmados por el placer de formar parte de una edición limitada de una calidad exquisita.

Sinedie actua como un interface para la comunicación entre los creadores que participan en las diferentes ediciones, donde una de las únicas premisas suele ser las dimensiones máximas de la pieza seriada, ajustándose esta al contenedor seleccionado para cada una de las ediciones. Sin embargo el limitado número de ejemplares que forman cada una de las tiradas de estas revistas ensambladas es una de las características del proyecto que consigue  que se establezca un diálogo íntimo entre los artistas convocados a tal evento.

El proyecto surge de la necesidad en  de una iniciativa con carácter inquieto e innovador que aglutinara a artistas en  el contexto de Asturias  con la necesidad común de experimentar en nuevos formatos. Recogiendo en Sinedie en todo tipo de expresiones creativas como videoarte, música, foto, dibujo, grabado, etc. que al mismo tiempo supieran convivir con las piezas de otros creadores en un único contenedor.

La primera tirada de Sinedie contó en 2003 con la participación de quince artistas [2], que coincidiendo con la presentación de la revista ensamblada formaron parte de la exposición: Sinedie | 1º Edición de Arte Efímera acontecida en el espacio expositivo Sala LAi de Gijón a finales de año. Marcando con ello el inicio de una revista ensamblada con una larga y marcada continuidad,  sin fecha fija – como decíamos que su propio nombre significaba – pero que puntualmente convocaba una serie de artistas para hacer posible su publicación.

El número dos de Sinedie contó con una cantidad de participantes [3] más reducida, ocho en esta ocasión y una edición de nueve ejemplares. La presentación oficial de  esta nueva revista ensamblada tuvo lugar en la Sala LAi de Gijón el 2 de Diciembre de 2005,  donando en esta ocasión  el volumen  9/9 a LAi MUSEUM [4]. El contenedor utilizado para este ejemplar  fue una caja de plástico translúcido originariamente destinada a alojar una cinta de VHS en su interior.

En 2006 Sinedie contó con la participación de doce creadores [5] que construyeron una tirada de diecisiete ejemplares, una vez más con el apoyo del espacio expositivo Sala LAi donde tuvo lugar la muestra Isinedie [6]. Una instalación a través de la ventana donde se pudieron contemplar  cada una de las piezas que componían la edición.

El cuarto número de Sinedie se constituyó en 2007 de  doce artistas [7] y trece ejemplares, un contenedor creado por José Acebedo y la la donación de uno de los números al Departamento de Historia del Arte de la facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Oviedo. Llegado este punto el proyecto ya había demostrado por si mismo una gran solidez y calidad tanto en su coordinación por Jaime Rodriguez, capaz de dar continuidad a una revista ensamblada que en aquel momento cumplía ya cuatro años, como por parte de los artistas participantes que hacían posible un objeto sublime

Pero sería en 2008 cuando tuvo lugar uno de los cambios  notables en la tirada de la edición. En esta ocasión participaron quince creadores [8] y se realizaron treinta y cinco ejemplares de Sinedie, uno para cada uno de los autores y veinte más que fueron distribuidos en diferentes galerías [9] privadas de Asturias para su venta, con el objetivo de mantener con los beneficios el sitio web www.kaosart.org dedicado a promover el arte en Asturias, documentar las diferentes ediciones de Sinedie y además de  diferentes proyectos de índole artística.

En Sinedie VI,  2009 fue donde tuve el placer de conocer esta revista ensamblada en primera persona con la aportación de una de las piezas seriadas. Siendo diez los creadores [10] en esta ocasión que participamos en una tirada mucho más reducida que la anterior con la realización de quince copias numeradas y firmadas, de las cuales se destinaron cinco  a la venta pública, agotándose antes de ser anunciadas, pues con seis años el proyecto Sinedie ya había alcanzado su madurez y contaba con una serie de seguidores y coleccionistas. Una vez más la presentación [11] pública de la edición tuvo lugar en la Sala LAi de Gijón donde solo los privilegiados asistentes pudieron disfrutar de algunas de las ediciones más peculiares de este número, como la degustación de la edición  materializada en forma de empanada vegetal presentada por Susana Villanueva. Asi como la presentación de cada una de las piezas por el coordinador Jaime Rodríguez y las intervenciones de los artistas presentes en el acto.

Ahora en su séptima edición y más numerosa en cuanto participantes, Sinedie cuenta  con veintitrés artistas [12]. Cifra que denota la dificultad ante la que seguramente se encuentre su coordinador en cada nuevo número para seleccionar los creadores que van a componer la edición. En  esta ocasión se invita a los colaboradores a formar parte de una exposición colectiva en la Galería Texu de Oviedo  creado de este modo un encuentro entre los artistas propiciando el diálogo y el intercambio de impresiones.

Pero si bien hoy en día vivimos en una sociedad  fascinada por lo nuevo, por lo digital, muchos son los que se preocupan por el futuro de la edición del arte  y las revistas ensambladas como Sinedie. A colación a este tema yo no apuesto  por la desaparición de los formatos  físicos, ya que el placer de disfrutar de una edición de estas características es inconcebible de una forma intangible, pues de algún modo la cualidad de objeto seriado y limitado convierte a Sinedie en un fetiche que después de esta dilatada trayectoria cuenta con un importante número de seguidores y coleccionistas.

Si bien, también pienso  que los medios digitales e intangibles como internet son hoy en día aun un terreno farragoso para la edición de arte, donde por lo general encontramos contenidos en red, pero no ediciones ya que existen una serie de obstáculos con los que convivir a la hora de  reinventar las revistas ensambladas en los medios digitales.  El fetichismo por las ediciones limitadas, la capacidad de reproducción, copia, autoría... variables que deberíamos de reinventar y repensar en un terreno sin explotar al que de alguna manera se acercaron hace ya algunos  años las primeras prácticas de net art pero que en la actualidad continua estancado. Mientras tanto nosotros continuaremos disfrutando de nuestra Sinedie.

 

© Maria Castellanos Vicente 2010

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